Volver al Indice – Artículos sobre Historia Argentina y Mundial
Por Alejandro Franco – contáctenos
Argentina a principios del siglo XX: un país enorme con una gran cantidad de gente y en pleno crecimiento. En 1914 tenía 7.903.662 habitantes y, 30 años después, el número se duplicaría con una población de 15.893.827 habitantes en 1947. Un país tan grande y tan poblado tenía necesidades y, una de ellas, era el transporte. El problema era que se precisaban rutas y se precisaban vehículos. Mientras que el primer factor no era insalvable – reemplazar caminos de ripio por pavimento, trazar rutas y puentes para vincular los principales del país; llevaba tiempo, dinero, esfuerzo e ingeniería pero no era algo imposible -, un tema totalmente diferente es el de los vehículos. Mas allá de trenes y tranvías se precisaban autos, camiones y otros utilitarios; y las cantidades existentes eran magras, amén de que todo lo que circulaba por las rutas de nuestro país era importado. Ciertamente había establecidas tres multinacionales estadounidenses – Ford (1913), General Motors (1925) y Chrysler (1932) – pero no fabricaban sino que ensamblaban kits importados, cuando no, importaban directamente sus modelos mas caros y lujosos.
Todo esto desequilibraba la balanza comercial, y el golpe se sintió aún más después del Crack de Wall Street de 1929. Eso llevó a que, en 1944, el gobierno de facto de Edelmiro Farrell expidiera el decreto 14.630 (después transformado en la ley 13.892), el cual era un régimen de promoción industrial. La industria automotriz era uno de los puntos clave, pero abarcaba también muchos otros rubros como la producción de materias primas o la de materiales para la defensa. El problema era que en 1944 el mundo estaba en guerra, Europa no producía nada y Estados Unidos, aunque tenía su capacidad industrial intacta, estaba abocada casi exclusivamente a la fabricación de vehículos y pertrechos militares.
Perón llega al poder en 1946 y se dedica a estimular el régimen de promoción industrial. Hay un empresario textil italiano, Piero Dusio, al cual le apasionan tanto las carreras que termina creando su propia fábrica de automóviles deportivos, Cisitalia, en 1946. Pero si bien Cisitalia tiene deportivos de prestigio y coches de carrera exitosos, las finanzas van de mal en peor. Las otras empresas que eran propiedad de Dusio financian como pueden a Cisitalia pero el italiano se endeuda en exceso y contempla llevar su emprendimiento a otro país. Así es como entra en contacto con Perón, al cual le pide facilidades para montar una fábrica amén de un préstamo. Perón le facilita las cosas en 1949 con el decreto 18.996, y en marzo de ese año Dusio fundaría Autoar – la primera fábrica argentina de automóviles -.
La pirueta de Dusio
Pero las cosas no son tan simples con Dusio. Primero, sus instalaciones industriales en Argentina (establecidas en el partido de Tigre) son más pequeñas de lo esperado. Por otra parte Dusio no ha renunciado del todo a su fábrica italiana Cisitalia, a la cual mantiene como puede a la distancia. Dusio utilizará buena parte de los fondos obtenidos de Perón para financiar su proyecto mas ambicioso, tener un monoplaza para la Fórmula 1. Para ello quiere al ingeniero mas brillante de todos, Ferdinand Porsche, el cual diseñó el Volkswagen Escarabajo así como el Kübelwagen – el equivalente alemán del Jeep, basado en la mecánica del Escarabajo -, el gigantesco tanque Maus y el cazatanques pesado Elefant. Porsche ha colaborado desde el inicio con la maquinaria nazi de guerra y esto se transformará en un estigma que cargará durante el resto de su vida. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial los aliados dividen Alemania, y unos cuantos interesados se dedican a canibalizar los restos del país germano en busca de compensaciones económicas por los costos del conflicto. No sólo son los soviéticos los que depredan fábricas alemanas como DKW y BMW; los franceses aprehenden a Porsche y lo meten en la cárcel. Las versiones sobre la historia son encontradas: desde que Porsche iba a desarrollar un vehículo económico y eficiente para la postguerra como el Escarabajo para la Renault – y el resto de los fabricantes franceses quiso sacarlo de carrera, presionando a los políticos para que lo metieran en prisión – hasta que todo esto fue una operación para exigirle una fortuna como botín de guerra / rescate a la familia Porsche. La fianza de un millón de francos es abonada por Dusio, quien le pide a Porsche que desarrolle su Fórmula 1. Por otra parte la intermediación de Dusio pondrá en contacto a Porsche con el gobierno de Perón. Esto derivará en una curiosidad histórica, la llegada de una gran partida de motores Porsche de 1.500 cm3, que motorizarán a diferentes autos argentinos de la época que van desde el Justicialista Gran Sport (y su sucesor, el Teram Puntero) hasta el Zunder 1500.
Pero la aventura de Dusio con Porsche no sale bien. Construido el monoplaza Dusio se entera que precisa cuatro coches mas – como repuesto – para formar una escudería. Dusio intenta convencer a Perón de que invierta en su equipo de carreras pero el general pasa de largo la propuesta y el coche – llamado Porsche 360 Cisitalia – quedaría estancado en Europa donde actualmente es exhibido en el museo de Porsche en Stuttgart. Mientras tanto Ferdinand Porsche sería rescatado por la Volkswagen, a la cual le va muy bien con las ventas del Escarabajo en la época de la postguerra. No sólo lo compensan económicamente sino que le pagan regalías por cada Escarabajo vendido. Así es como Porsche vuelve al ruedo, se capitaliza y empieza a fabricar deportivos como el Porsche 356 de 1948… cuyo motor de litro y medio será el que llegará hasta nuestras pampas.
Mientras tanto, Dusio lidia con Autoar en Argentina. Compra matricería importada – toma la del Fiat 1900 – y la hace adaptar por el ingeniero Aldo Bavarone para que soporte varias motorizaciones diferentes: no solo del Fiat 1900 original sino motores Simca y hasta el de los Jeeps Willys Overland, adquiridos en estado calamitoso como sobrantes de guerra. Hay un sedán, uan rural y una pickup basadas en el Fiat 1900, y un furgón – el Micropanorámico (1958), basado en el Fiat 1100 T -. Pero aunque los vehículos son necesarios, los números de producción son muy pobres. En 1955 se produce un cambio y Autoar comienza a fabricar NSU Prinz, pero las ventas no mejoran. Dusio proyecta 50 coches diarios – unos 18.000 unidades anuales – pero Autoar solo lograría fabricar 6.011 vehículos en 14 años de vida hasta su cierre en 1963.
Más tarde, en 1961 Dusio se daría el gusto de tener su fábrica de deportivos criolla y fundaría Cisitalia Argentina contando con el apoyo de Fiat – Concord. Haría variantes locales de los Fiat 750 / 850 Abarth – renombrados como Cisitalia 750 / 850 Spyder – pero la producción sería más magra – 170 unidades – hasta el cierre en 1962.
Interviene el estado
Como los números de Autoar no entusiasman a nadie – y Perón está apurado por desarrollar la industria automotriz criolla -, arma un conglomerado de industrias bajo el nombre de IAME – Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado – en 1951. Perón había intentado convencer a industriales extranjeros de radicarse en el país pero éstos le argumentan que la Argentina no tiene capacidad tecnológica para semejantes industrias, menos para armar un circuito de autopartes y sólo le ofrecen ensamblaje de kits importados. Perón quiere coches hechos en Argentina y comienza por tomar el gran avance técnico del Instituto Aerotécnico de Córdoba (el mismo que participaba del desarrollo de los cazas Pulqui así como otros aviones como el IAe 24 Calquín) para aplicarlo en coches, tractores, motos y utilitarios. Así se generan los sedanes y rurales Justicialista, el deportivo Justicialista Gran Sport, las motos Puma, el tractor Pampa y el vehículo más popular de todos: la pickup Rastrojero, la que aparece en 1952 y se fabricaría hasta 1979 con un total de 32.566 unidades. Lamentablemente el Rastrojero sufriría una muerte injusta, siendo desmantelada por José Alfredo Martínez de Hoz durante su permanencia como Ministro de Economía de la dictadura de Jorge Rafael Videla. Para ese entonces representaba el 78% del mercado de utilitarios diesel e incluso se había exportado a varios países porque, a pesar de ser un vehículo básico, era robusto y fácil de reparar.
Algunos de los autos argentinos de la década del 50: rural Autoar; furgón Autoar Micropanorámico; IKA Kaiser Carabela – el primer coche hecho íntegramente en el país; el resto usaba motores importados -; cupé Institec Justicialista Gran Sport.
Todo esto llama la atención de empresas extranjeras que antes renegaban de la capacidad industrial de Argentina. En 1954 la Kaiser Motors – que venía viendo que sus vehículos no eran competitivos en el mercado norteamericano – decide irse de Estados Unidos y radicarse en Argentina. Le propone al gobierno una sociedad con el IAME, amén de precisar el aporte de capitales locales. Perón acepta y Kaiser pasa a llamarse Industrias Kaiser Argentina (IKA), armando sus instalaciones en Santa Isabel, Córdoba. Kaiser había adquirido a la Willys Overland en 1953 así que comienza a fabricar rurales basadas en el Jeep (después devenidas en la IKA Estanciera), y el Kaiser Carabela, el cual se considera que es el primer coche fabricado íntegramente en Argentina – todo el resto dependía de motores importados, incluyendo al popular Rastrojero -. El gobierno peronista gasta 3 millones de dólares comprandole 9.000 toneladas de maquinaria a IKA, amén de darle facilidades para que importara 1.000 unidades de norteamérica cuya ganancia de venta – en el mercado argentino – le serviría para capitalizarse.
Entre IKA y IAME la producción de vehículos argentinos despega de una vez por todas. Para 1958 IKA produce 16.000 unidades al año. No compensa lo que Kaiser vendía en USA pero le sirve a la empresa. Perón cae en setiembre de 1955 y la Revolución Libertadora – que venía aniquilando todos los emprendimientos del gobierno justicialista – decide respetar el acuerdo de IKA y los desarrollos del IAME. IKA sobreviviría hasta 1975, llegando a producir varios modelos de Rambler, el Renault Dauphine (y otros Renault) y el icónico Torino, basado en el Rambler American de 1964 y rediseñado exquisitamente por Pininfarina, el cual se fabricaría entre 1966 y 1981. Para ese entonces sería renombrado como Renault Torino ya que los franceses comenzaron a comprar acciones en IKA desde 1967 y terminaron por hacerse con la empresa 8 años mas tarde.
Mercedes-Benz – que venía importando utilitarios desde 1951 – arma una planta de ensamblaje en 1952. Todo parece indicar que van seguir el camino de IKA como fabricantes nacionales pero la Revolución Libertadora interviene la empresa y la paraliza hasta 1958. En el medio desaparecen trabajadores y asesinan gremialistas por parte de la dictadura. Retoman el mando, en 1959 comienzan a producir camiones y colectivos, actividad que continúa hasta el día de hoy.
Otro de los tentados por las perspectivas argentinas es Fiat, la que está en el país desde 1900 pero solo como importador. En 1957 crea Fiat Materfer en Córdoba para proveerle 300 locomotoras al estado argentino. Para 1960 establece su primera fábrica en Caseros, Provincia de Buenos Aires y comienza a producir Fiat 600. Para ese entonces el emprendimiento pasa a llamarse Fiat Concord. Como tal llegaría hasta 1980, cuando se fusionaría con SAFRAR (fabricante local de Peugeot) y darían a luz SEVEL Argentina. SEVEL dura hasta 1999, año en que le vende sus acciones a las matrices europeas. Esto deriva en un divorcio de las marcas: Peugeot-Citroën Argentina S.A. se quedaría con la planta de El Palomar y Fiat Auto Argentina S.A. tomaría control de las instalaciones en Córdoba.
Cronología pre Frondizi:
1949 – se funda Autoar, la primera fábrica argentina de autos;
1951 – aparición de IAME, Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado; fabrican Rastrojeros, coches Justicialistas, tractores Pampa y motos Puma;
1952 – Mercedes Benz Argentina. Primero ensamblan pero en 1959 empiezan a producir vehículos nacionales;
1953 – microcar Ciudadano R1, producido por Buyatti Ingeniería Automotriz S.A. Es un emprendimiento local que no logra atraer inversores y el coche no pasa del prototipo;
1954 – IKA, Industrias Kaiser Argentina;
1955 – Rycsa, empresa metalúrgica de San Nicolás de los Arroyos (y dedicada a la producción de maquinaria industrial) produce el Mitzi, basado en el coche del mismo nombre de la italiana SIATA, amén de un par de modelos mas. No pasan de la etapa prototipo al no atraer inversores;
1956 – rural Jefe producida por Casa Fehling; se ve como una versión depurada de la rural Justicialista, renombrada después de la Revolución Libertadora. Duran solo un año;
1956 – la Revolución Libertadora bautiza al Justicialista Graciela como Graciela W y le ponen motores de Wartburg 311 procedentes de Alemania Oriental. En 1962 adquirían algunas carrocerías del 311 y se produciría hasta 1963;
1958 – emprendedores compran carrocerías y motores remanentes del Justicialista Gran Sport, le cambian la trompa y lo venden como Teram Puntero (que se ve idéntico al Porsche 356 – pasa a ser llamado “el Porsche argentino“ -) hasta agotar existencias;
1959 – aparecen las pickups Adelmo; con sólo 100 unidades vendidas cierran en 1963.
Diciembre de 1958: Frondizi amplia el régimen de fomento industrial
Las leyes 14.780 y 14.781 del gobierno de Frondizi mejoran las condiciones de la promoción industrial a la vez que exigen una integración del 70% de partes locales. La propuesta de Frondizi es muy tentadora y atrae a gigantes de la industria como a pequeños emprendedores hambrientos de éxito, la inmensa mayoría de los cuales desaparecería en menos de 10 años.
Algunos de los autos argentinos de la década del 60: Siam Di Tella 1500; Ford Falcon; Valiant I; De Carlo 600; Fiat 600; Peugeot 403.
La cronología es:
1959 – arranca Ford produciendo utilitarios. En 1962 presenta el Ford Falcon, el auto emblemático de Argentina por excelencia;
1959 – Isard produce variantes del Goggomobil y están activos hasta 1965;
1959 – Citroën Argentina S.A. Empieza a producir en breve el 2CV;
1959 – Siam Di Tella, fabricante de electrodomésticos, empieza a ensamblar Rileys 4 como Siam Di Tella 1500. Como no avanzan con la integración de partes argentinas, la parte de automóviles es transferida a IKA, quien funda CIDASA en 1966 y produce autos hasta 1967, ya renombrados como Morris y Riley;
1959 – la red de concesionarios EKIS presenta el Koller, con carrocería de fibra de vidrio y motor Wartburg. No pasan de tres prototipos;
1959 – De Carlo empieza a armar modelos del BMW Isetta 600 y BMW 700; llegan hasta 1965;
1959 – otro microcar de fabricación artesanal: el Joseso. Dura hasta 1960. 200 unidades producidas;
1960 – Fiat Concord produce su primer auto, el Fiat 600;
1960 – Studebaker arma un par de pickups (Transtar y Champ) pero la casa matriz ya viene con problemas y cierran en 1965;
1960 – comienza Chrysler – Fevre, también fabricando utilitarios. Presenta el Valiant V-200 en 1962;
1960 – es el turno de Auto Union: arranca con el modelo 1000 y más tarde con una serie de combis y pickups;
1960 – los alemanes de Goliath / Hansa comienzan a producir modelos, pero duran hasta 1961;
1960 – Surge lo que más tarde será SAFRAR. Importaba Peugeots 403 desde 1956 pero en 1960 los produce de manera local;
1960 – aparece el Bambi, la versión local del Fuldamobil, un microcar europeo. Se fabrica (ensambla) hasta 1963. Como tantos otros, no terminará por cumplir las cuotas de producción nacional y se les quita la licencia;
1960 – Borgward desembarca con el furgón B 611 y al año siguiente con el sedán Isabella. Al fundirse la casa matriz alemana, la filial local cierra en 1963;
1960 – emprendedores arman un coche de carrocería de fibra de vidrio y motor Porsche, y lo ofrecen como el Zunder 1500. Solo se produce el prototipo;
1961 – Alcre Argentina. Pero no deja de ser un intento de vender coches Champion europeos, los cuales tienen terribles problemas de ingeniería que los transforman en trampas mortales cuando alcanzan velocidad – se les parte el eje trasero -. Apenas producen un par de modelos para atraer clientes y luego desaparecen;
1961 – emprendedoras argentinos fundan Dinarg y venden el D-200, un microcar de construcción artesanal. Duran hasta 1964;
1961 – se arman en el país Heinkel Kabine – un clon del Isetta – y se producen hasta 1965;
1961 – Cisitalia Argentina. Hace deportivos basados en modelos Fiat. Dura hasta 1962;
1962 – llega General Motors y sale produciendo el Chevrolet 400;
Estas son las empresas mas importantes de la década. En el futuro desembarcaría Volkswagen, Toyota y algunos ensambladores chinos. Si uno ve la coincidencia de cierres de emprendimientos entre 1963 y 1965 es porque el Estado les quitó la licencia al no poder llegar a producir vehículos con 70% de autopartes de origen nacional.