Volver al Indice – Artículos sobre Historia Argentina y Mundial
17 años antes de la Guerra de Malvinas ocurrieron sucesos – negociaciones diplomáticas, escarceos militares, avanzadas – que presagiaban el litigio militar. Esta la historia de esos eventos.
Por Alejandro Franco – contáctenos
1965: La ONU llama a una negociación diplomática
Año 1965. Las Naciones Unidas llaman a nuestro país y al Reino Unido a buscar una solución a la disputa de soberanía. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, FCO, del Reino Unido consideraba las islas como una molestia y una barrera para el comercio del imperio en América del Sur. Por lo tanto, aunque confiaba en la soberanía británica, el FCO estaba dispuesto a ceder las islas a Argentina. Cuando en 1968 se conoció la noticia de una propuesta de transferencia, elementos políticos ingleses que simpatizaban con la compleja situación de los isleños pudieron organizar un lobby parlamentario eficaz para frustrar los planes del FCO. Las negociaciones continuaron, pero en general no lograron avances significativos; los isleños se negaron rotundamente a considerar la soberanía argentina por un lado, mientras que Argentina no cedería respecto de la soberanía por el otro. El FCO luego buscó hacer que las islas dependieran de Argentina, con la esperanza de que esto hiciera a los isleños más receptivos a la soberanía argentina. Un Acuerdo de Comunicaciones firmado en 1971 creó un enlace aéreo desde Comodoro Rivadavia a cargo de LADE, la aerolínea militar del estado argentino, y posteriormente YPF, la compañía petrolera argentina, obtuvo el monopolio en las islas.
En 1972, después de una solicitud argentina, el Reino Unido acordó permitir que Argentina construyera una pista de aterrizaje temporal cerca de Port Stanley. El 15 de Noviembre de 1972 se inauguró una pista temporal con la llegada del primer Fokker F27; los vuelos posteriores llegaron dos veces por semana. Los vuelos se mejoraron en 1978 con aviones Fokker F28, tras la finalización de una pista permanente financiada por el gobierno británico. Este servicio, única conexión aérea con las islas, se mantuvo hasta la guerra de 1982. También YPF, que entonces era la empresa nacional argentina de petróleo y gas, se encargaba de abastecer periódicamente a la isla.
1976: Asentamientos argentinos en las Islas Tule del Sur
Entre 1954 y 1956, los argentinos construyeron una cabaña en la isla Tule, también llamada Morrell, en Hewison Point, y la llamaron “Teniente Esquivel”, pero la abandonaron después de presenciar una gran erupción en la isla Bristol.
En Noviembre de 1976 un grupo operativo de la Fuerza Aérea Argentina llegó a la isla Morrell y construyó una pequeña base científico militar, con cuarteles y un pequeño helipuerto de hormigón. También establecieron una estación meteorológica y de radio, e izaron la bandera argentina. Todo esto se hizo bajo la dirección del gobierno militar argentino, con el fin de respaldar el reclamo territorial sobre las islas Sandwich del Sur. La base fue llamada Base Corbeta Uruguay.
No fue hasta Diciembre de 1976 cuando los británicos descubrieron lo sucedido. Inicialmente, Londres no hizo nada ante la invasión militar (y ocupación) de un supuesto territorio bajo soberanía británica. Pasó más de un año antes de que se hiciese pública la ocupación de Tule. Hubo una confrontación más seria en 1977 cuando la Armada Argentina cortó el suministro de combustible al aeropuerto de Port Stanley y dijo que ya no avalarían el uso de la bandera roja británica en barcos que surcaran aguas de las Malvinas.
Entonces el primer ministro, James Callaghan, en respuesta al aumento de las tensiones en la región y a la ocupación argentina del sur de Tule , envió en secreto una fuerza de dos fragatas y un submarino de propulsión nuclear al Atlántico Sur, con el nombre en código de Operación Journeyman. Tenían instrucciones de combate en caso de toparse con la Armada Argentina. Se consideró incluso formar una zona de exclusión alrededor de las islas, pero no se instaló debido a la creencia de que ello empeoraría la situación a nivel diplomático. Por otro lado, no estaba claro si los argentinos estaban al tanto de la presencia militar inglesa, pero fuentes británicas afirman que fueron informados de ello a través de canales informales. Sin embargo, en Diciembre de ese año se iniciaron conversaciones con Argentina sobre la soberanía de las Malvinas y la cooperación económica, aunque no resultaron concluyentes.
Como el asentamiento argentino no fue echado, y sumando a esto la intención del gobierno británico para reducir la presencia militar en la Antártida por razones presupuestarias, le dieron al gobierno argentino señales que se podrían recuperar las islas Malvinas y Georgias del Sur sin que los británicos hicieran el más mínimo movimiento para recuperarlas.
1980: El último intento diplomático
En 1980, un nuevo Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido , Nicholas Ridley , fue a las Malvinas tratando de ofrecerle a los isleños los beneficios de un plan de arrendamiento (similar al trato que los ingleses cerraron con China por la potestad de Hong Kong) , lo que encontró una fuerte oposición de los isleños. A su regreso a Londres en Diciembre de 1980, se presentó ante el Parlamento, pero fue brutalmente atacado por los partidos políticos por lo que se consideró una traición. Era poco probable que el arrendamiento hubiera tenido éxito, ya que los británicos habían solicitado un arrendamiento a largo plazo de 99 años, mientras que Argentina presionaba por un período mucho más corto de sólo diez años. En una reunión privada del comité esa noche, se informó que Ridley dijo: “Si no hacemos algo, invadirán. Y no habrá nada que podamos hacer”.