Gamer: cómo acelerar juegos en notebooks con Windows 10, 4 GB Ram y gráfica Intel

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Tener una notebook con gráfica Intel y 4 GB de memoria RAM no implica una causa perdida para el gamer ocasional; basta seguir esta serie de consejos para optimizar la performance de su computadora y obtener el mejor rendimiento de la misma al correr los juegos que mas nos gustan

Software: cómo acelerar juegos en notebooks con Windows 10, 4 GB Ram y gráfica Intel

Por Alejandro Franco – contáctenos

Este artículo está dedicado al usuario medio, ese que ocasionalmente corre juegos pero que tiene una notebook standard despojada de grandes cantidades de memoria o siquiera una placa aceleradora de video básica. Desde hace mas de 10 años el usuario de computación ha trocado PCs de gabinete por notebooks debido a la comodidad y la portabilidad, amén de la calidad inherente a un producto armado en fábrica en China bajo standares que no se aplican a los productos nacionales. Las PC de gabinete han quedado reservadas a los especialistas – esos tipos que encargan configuraciones personalizadas con 32 GB de RAM y alguna aceleradora de potencia feroz -, pero el resto disfrutamos del desempeño de una computadora standard, viendo videos en buena resolución, navegando a buena velocidad, llevando la portátil de viaje (o a la cama o a un bar) y, de vez en cuando, echándonos alguna partida con algún juego potable como para matar el rato.

Si usted no posee una notebook premium por encima de los u$s 1.500.- (como las gamer de marcas conocidas, bestias costosas con pantallas enormes, gráfica Radeon o GeForce, sonido DTS y teclado retroiluminado), entonces entra en el grueso de las notebooks de rango bajo y medio, dotadas de 4 GB de memoria RAM y un chip gráfico Intel, el cual no es el peor del mundo pero tampoco está pensado para correr juegos con todos los seteos a full. Lo que ocurre es que la mayoría de las notebooks “accesibles” están pensadas para tipos que usan Facebook, chatean, ven videos de YouTube en FullHD o superior y no hacen otra cosa demasiado complicada. y si esa gente pretende pasar un rato con un juego mas sofisticado que el Candy Crush se topa con las limitaciones propias de su equipo.

Este artículo está apuntado a esa gente que desea correr juegos en sus notebooks con gráficas Intel y 4 GB de memoria (ya publicamos un artículo especializado sobre juegos que se pueden correr con gráficas Intel) y quieren optimizarlas para obtener el mayor rendimiento posible. Veremos que el equipo es bueno y da para correr un montón de juegos, sólo que debe olvidarse de ejecutar los que son de última generación.

Paso 1: limpieza de archivos temporales

Con la tecla Windows + R abrirá el cuadro de “ejecutar”, el cual no sólo sirve para ejecutar programas de manera directa sino también para encontrar variables y carpetas del sistema. Lo primero es limpiar las carpetas de temporales que están dentro de la carpeta Windows. Escriba “temp” y verá archivos temporales de instalaciones previas. Con CTRL + E puede seleccionarlos todos y luego borrarlos. Repita la operación con el término “%temp%”.

Borrar estos archivos no afecta el funcionamiento de Windows 10 en absoluto. Lo que borra son restos de instalaciones viejas y actualizaciones que ya no se usan, y que Windows pierde tiempo y recursos en leerlos cada vez que arranca. Bórrelos sin culpa ni miedo.

Paso 2: purgar archivos de Windows

Vaya al ícono “Mi Equipo”, seleccione el disco duro local y con el botón derecho del mouse elija “Propiedades”. Le aparece la opción de liberar espacio. El proceso se divide en dos: en la primera ventana usted limpia archivos accesorios de Windows (por ejemplo los thumbnails o miniaturas que Windows genera en carpetas con contenido multimedia, archivos temporales de Internet, etc). Bórrelos. Luego le figura en la misma ventana la opción de limpiar archivos de sistema. Acá lo que borra son la gran cantidad de archivos enormes que Windows 10 descarga para cada actualización (update) del sistema. Algunas pesan varios GB y hasta forman carpetas paralelas como Windows.Old cuando las reformas son muy grandes. Si su actual versión es estable, borre los archivos de actualización de Windows sin ningún drama. Postdata: una vez hecho esto, desfragmente el disco duro para acelerar la performance de éste (en Propiedades / Herramientas).

Paso 3: aumente la memoria virtual / desactive efectos visuales Windows

Haga un solo click sobre el ícono “Mi Equipo” en el escritorio de Windows y pulse el botón derecho del ratón (Propiedades). En Propiedades busque Opciones Avanzadas / Rendimiento. En la pestaña de efectos visuales, elija Ajustar Para Obtener Mejor Rendimiento, lo que desactiva muchos de los chiches visuales de Windows 10 (transparencias, efectos animados al minimizar ventanas, etc) (si esta optimización es muy radical, puede – como yo – pasar a la versión personalizada y dejar todo desactivado menos Vistas en Miniatura en Carpetas y Efectos de Suavizado para Fuentes). Luego de eso vamos a la pestaña Opciones Avanzadas / Cambiar Memoria Virtual. Destildamos la “Administración Automática…” para habilitar una configuración personalizada. Click en tamaño personalizado y ponemos como tamaño inicial el valor de tamaño recomendado que figura allí (generalmente da 1396 MB). Pero en valor máximo viene el cambio porque ponemos el resultado de 1024 x (cantidad de GB de memoria RAM de la máquina) x 2 . Por ejemplo 8192 MB para una máquina con 4 GB RAM. Eso hace que, cuando Windows satura y usa por completo los 4 GB de memoria RAM reales, cree un archivo swap como extensión de esa memoria dándole hasta 8 GB extras. No es que uno pasa a tener 12 GB permanentes sino que, en los casos de uso intenso (y para que un proceso o aplicación no se cuelgue) puede usar un artilugio para simular mas RAM hasta que el proceso regrese a su cauce usando los 4 GB RAM standard y físicos que tiene la máquina.

Paso 4: cambie el plan de energía

Con la lupa / buscador busque Configuración de Energía y Suspensión. Una vez allí, vaya a Configuración Adicional de Energía. Una vez allí, vaya a Crear un Plan de Energía y cree uno de Alto Rendimiento (póngale el nombre que se le ocurra). Eso significa  que la notebook no será moderada en el uso de la energía para memoria, chip gráfico, uso de disco y pantalla sino que la utilizará a tope. La performance será superior, acelerando la ejecución de los juegos pero, si usa la notebook con batería, le acortará el tiempo de duración de su carga (en vez de durar 3 horas, durará 1 hora y media). Por eso se recomienda correr juegos con la notebook conectada a la corriente.

Paso 5: cambie los seteos de Intel Graphics

Con la lupa / buscador ponga Intel y le aparecerán varias opciones (configuración de Intel Rapid / Optane, etc), pero uno de ellos es el Centro de Comando de Gráficos Intel. Ejecútelo. En las opciones que le aparecen (la interfase cambia con cada modelo de chip / sistema operativo) debe buscar Sistema / Alimentación y poner Rendimiento Máximo, así el chip opera con todo el brillo y la potencia que dispone. Por supuesto esto supone que, al correr juegos con gráficos tridimensionales, la notebook recaliente un poco. Utilícela con una base refrigerante o apoyada sobre algo que la levante del escritorio y le provea corriente de aire para refrigerarla (no, no se va a quemar o fundir, pero el recalentamiento ralentiza la performance del procesador y chip gráfico).

Paso 6: actualice drivers de la gráfica Intel a la ultima versión

Siempre es mejor tener los drivers al día de la placa gráfica, especialmente cuando ésta es Intel. Un driver desactualizado implica una baja en la performance y/o problemas de compatibilidad con juegos, un detalle solucionado en las últimas versiones.

Paso 7: desactive / desinstale programas residentes en el inicio de Windows

Con CTRL ALT DEL abra el Administrador de Tareas. Allí encontrará la pestaña Inicio donde puede desactivar programas que se cargan automáticamente en el arranque de Windows. Algunos son indispensables – antivirus, driver de audio, driver de video – pero otros como residentes de Skype o aplicaciones del fabricante de su computadora pueden ser desactivados sin problemas. Del mismo modo se recomienda purgar de basura preinstalada su Windows, léase, la gran cantidad de utilidades inútiles que los fabricantes de computadoras (en especial, los fabricantes de notebooks) instalan y que solo devoran recursos (si no cargan en el inicio, quedan corriendo como servicios en segundo plano). Cosas como utilidades Acer o Acer CareCenter se pueden sacar y, si algun día lo precisara de vuelta, siempre están disponibles en la página de descarga del fabricante. Lo mismo ocurre con Lenovo, HP y un vasto etcétera.

Paso 8: deshabilite optimizaciones para pantalla completa

Si va a correr un juego, fíjese cuál es el archivo ejecutable, selecciónelo y pulse botón derecho. En la pestaña de Compatibilidad usted puede tildar la opción “deshabilitar optimizaciones de pantalla completa”. Curiosamente ésta es una opción que debería hacer que un juego, cuando corre, tenga el privilegio sobre los recursos de la computadora (sobre opciones en segundo plano como antivirus u otros residentes). En la práctica eso no funciona tan así e incluso atenta contra la fluidez del juego. Tildándola anulará dicho monitoreo del sistema operativo.

Paso 9: seleccione en las opciones gráficas la resolución 1280 x 720

¿Cuál es la diferencia entre una pantalla a 1280 x 720 y una a resolución 1920 x 1080?. Respuesta: la mitad de los pixels a dibujar. En 1280 x 720 un juego debe dibujar 921.600 puntos en pantalla mientras que en resolución Full HD debe trabajar el doble para mostrar 2.073.600 pixels. y en algunos juegos ese detalle apenas se nota a la vista en especial si no tiene un monitor o pantalla enorme (20 pulgadas para arriba); por el contrario, si usa la resolución 1280 x 720 usa menos memoria de video y los recursos de la gráfica puede aplicarlos a un mayor nivel de detalle y de efectos de iluminación. Vale decir, su juego se verá muchísimo mejor y correrá mucho mas fluido y apenas notará la diferencia que está dibujando un millón de pixels menos.