Volver al Indice – artículos sobre Management y Estrategia de Negocios
¿Qué tipo de liderazgo necesitamos ahora?
Ésta fue la pregunta que hice la semana pasada al comienzo de un taller (de un día) dirigido a un grupo de mujeres de alto nivel de una importante empresa de tecnología con sede en la costa oeste de Estados Unidos. y he estado planteando la misma pregunta a miles de otros profesionales de empresas en los últimos 12 meses en entornos parecidos en todo el país. Hace sólo unos días, en Puerto Rico, hice la misma pregunta a un grupo de ejecutivos y, una vez más, escuché más o menos la misma respuesta que siempre escucho.
¿Cuáles son las respuestas más comunes?: Adaptativo, flexible e innovador.
Debido a la sensación de turbulencia generalizada que existe en la mayoría de nuestras vidas estos días, el atributo del liderazgo que más a menudo surge como importante es la capacidad de lidiar con el caos. En pocas palabras: la creatividad lúdica.
En consecuencia, lo que es más esencial para nosotros en el universo del liderazgo global 2.0 es la capacidad de ser creativos como líderes. La verdadera buena noticia es que usted puede aprender a ser un líder más creativo, en su trabajo –independientemente de su cargo– y en las otras partes de su vida, lo que le proporcionará por ende un sentido mayor de control respecto de la turbulencia.
El liderazgo es la capacidad de movilizar a las personas hacia metas valoradas; es decir, producir un cambio sustentable; sustentable porque es bueno para usted y para las personas que son más importantes para usted.
Ser innovador y actuar con creatividad es la manera de experimentar con cómo hacer las cosas. Las innovaciones que las personas desarrollan en mis talleres de liderazgo, están diseñadas para mejorar el desempeño no sólo en el trabajo, sino que también en su vida personal (comunidad-privada, mente, cuerpo y espíritu), al integrar mejor estas partes diferentes de la vida: los resultados los denomino triunfos cuádruples.
Estos experimentos de corto plazo podrían ser algo como probar una nueva forma de delegar; reducir el ruido al dejar descansar sus aparatos tecnológicos durante un rato; compartir con otras personas su visión del tipo de mundo que usted está intentando construir; y hasta hacer ejercicio regularmente para reducir el estrés y mejorar su concentración. El propósito más amplio era adquirir mayor dominio de la capacidad para liderar el cambio. Una vez que el experimento termina, comienza el verdadero aprendizaje, mediante la reflexión sobre lo que funcionó y lo que no funcionó en el intento por generar algo nuevo.
Una advertencia: si usted no está superando en forma continua los tres grandes inhibidores de la creatividad –el temor al fracaso, la culpa respecto de parecer egoísta, y la ignorancia de lo que es posible– entonces, usted está perdiendo oportunidades que fortalezcan su capacidad para ganar control en un mundo cada vez más incierto.
¿Cuáles son entonces los pequeños triunfos que usted persigue estos días?
¿Cómo mejorarán su potencial de ser creativo y de tener una mayor capacidad para adaptarse a las realidades rápidamente cambiantes de su vida y trabajo?