Management: la increíble historia de Nintendo

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A veces los emprendimientos mutan de la manera más incomprensible a lo largo de varias generaciones… y terminan por alcanzar su cenit luego de décadas de cambios. Tomemos el ejemplo de la Nintendo, una empresa que no nació en la década del 70… sino a finales del siglo XIX, cuando se dedicaba a fabricar tradicionales juegos de cartas japonesas.

LA INCREIBLE HISTORIA DE NINTENDO

Por Alejandro Franco – contáctenos

Nintendo es un emprendimiento empresarial que nació en Kyoto, Japón en el año 1889. Décadas antes que se inventara la primera computadora, la Nintendo se encontraba haciendo negocios… fabricando y comercializando juegos de naipes. Precisamente el nombre de la empresa podría traducirse como “deja la suerte librada al cielo”. La Nintendo vendía cartas especiales para un llamado Hanafuda (o “cartas florales”), el cual consiste en símbolos y carece de números. La Hanafuda era el último exponente de una larguísima tradición de juegos de cartas orientales, los cuales estuvieron prohibidos durante años debido su uso en el circuito ilegal de apuestas.

Los juegos de la Nintendo Koppai se volvieron sumamente populares, hasta el punto que los Yakuza (la mafia japonesa) utilizaba sus mazos de cartas en los garitos clandestinos que regenteaban. El dato curioso es que la Nintendo aún continúa fabricando naipes, aunque su tenor es completamente diferente – produce una especie de juego de rol con figuras del Super Mario Bros -, como una especie de acción reverencial hacia los orígenes de la compañía.

1956: año de cambios

A mediados de los 50 Hiroshi Yamauchi – nieto del fundador de la Nintendo – viajó a Estados Unidos y tuvo la oportunidad de visitar diversas mega empresas, una de las cuales resultó ser la Disney. Entusiasmado con el tamaño de estas corporaciones – que se hicieron grandes diversificando su modelo de negocios -, decidió refundar la empresa, llamándola Nintendo Playing Card Co. Ltd., inyectándole capital y comenzando a invertir en otras áreas alejadas de su rubro original. Así la Nintendo tuvo una compañía de taxis, una cadena de albergues transitorios (!), una cadena de TV, e incluso vendió comida instantánea. Ninguno de estos emprendimientos tuvo éxito y, para mediados de los años 60, la Nintendo se encontraba enfrentando lo que parecía ser una crisis terminal.

En ese momento de desesperación el ingeniero Gunpei Yokoi logró convencer a la empresa que debían probar suerte en el mercado de los juguetes. El primero de ellos (la “Ultra Mano”) era una simple pinza extensible que podía atrapar cualquier cosa a medio metro. Lo que parecía una tontería se transformó en un éxito con más de un millón de unidades vendidas. Pronto la Nintendo se animó a generar nuevos productos, como un lanzador de bolas de baseball, o un inusual testeador electrónico de amor (!!), en donde los enamorados agarraban una bola que medía – en voltios – la intensidad de su romance.

Pero aún con semejante giro en los negocios, la fuerte recesión japonesa de 1973 golpeó las puertas y la empresa nuevamente se encontró en problemas. Nintendo decidió probar suerte una vez más con un producto nuevo, esta vez como distribuidor de la recién lanzada consola Magnavox Odyssey, el primer aparato hogareño de videojuegos. Viendo el éxito de la consola norteamericana, la gente de Nintendo se animó a desarrollar su propio sistema, la Color TV Game, la que fue lanzada en 1977.

Los numeros pintaban bien y la Nintendo se envalentonó para probar suerte en el mercado de maquinas recreativas. Pero los grandes éxitos que cimentarían la empresa llegarían en los años 80: primero en 1981 con el juego Donkey Kong, el que tendría un recibimiento abrumador y sería licenciado a empresas de videogames de todo el mundo; y luego en 1983, con el nacimiento del NESNintendo Entertainment System -, el que vendría acompañado de la versión debut de Super Mario Bros. La conclusión de la década sería la GameBoy, la consola portátil mas vendida de toda la historia.

Lo que siguió ya es conocido por todos. La Nintendo 64, la SNES, la GameCube… la Wii… símbolos de una empresa que creció hasta convertirse en una corporación de reconocido prestigio y probada política innovadora. Un glorioso y excéntrico final para lo que comenzó hace un siglo y medio como una modesta fábrica japonesa de naipes.