Volver al Indice – Artículos sobre Historia Argentina y Mundial
Historia de algunas rarezas de la industria automotriz argentina; AutoAR Cistalia, el auto Justicialista, el De Carlo, el Bambi, Dinarg, Hansa y Rycsa
Por Alejandro Franco – contáctenos
La historia de los autos argentinos no se completa con Ford Falcón, Torino, Chevys y Fiat 600. Entre las décadas de los 50 y 60 existieron numerosas industrias automotrices que intentaron generar un proyecto popular de auto nacional. Mientras que en algunos casos eran flagrantes adaptaciones de modelos europeos, existieron otros basados en un diseño netamente argentino. Demos una vuelta por la historia y hagamos una recorrida por algunos de los autos argentinos más extraños de la historia.
AutoAR (Automotores Argentinos) – Cistalia
El 22 de Marzo de 1949 Autoar, Automotores Argentinos fue fundada por el industrial italiano Piero Dusio. Con una vasta experiencia en su Italia natal donde había fundado la firma Cisitalia, Dusio se proponía fabricar sus autos en Argentina. La fábrica fue montada en la localidad de Tigre, al norte del Gran Buenos Aires. Desde allí comenzaron a producirse a fines de 1951 dos modelos, una rural y una pick up con motor Willys. Sin embargo, las cifras de producción eran muy modestas y no superaban las 50 unidades por mes. Otro ambicioso proyecto era la producción de un monoplaza de Fórmula 1 con tracción integral y que había sido diseñado para Auto Unión en 1939 por Ferdinand Porsche.
Además de Autoar, Piero Dusio funda en 1951 Cisitalia Argentina I.C.S.A. para producir autos de turismo y deportivos con mecánica Fiat. En 1960 la Secretaría de Estado de Industria y Minería aprobó por resolución 164/60 los planes para la fabricación de modelos sport y utilitarios con una producción inicial de 1000 unidades para 1962; 1600 en 1963 y 2360 en 1964. Los modelos previstos para la producción eran el Cisitalia Coupé y Spider y los utilitarios frontales Week-End Rural y Week-End Furgón, todos ellos equipados con el motor Fiat 847 cm3 derivado del Fiat 600.
La planta industrial de Cisitalia Argentina se encontraba en la localidad de Pacheco en un predio de 15.000 m2 de los cuales 10.000 eran cubiertos. Contaba con un plantel de 250 personas entre técnicos y operarios. La distribución y asistencia técnica de los vehículos estaba a cargo de la red de concesionarios de Fiat Argentina. Entre 1961 y 1962, se fabricaron un total de 171 automóviles, pero debido a su bajísimo porcentaje de integración nacional le fue retirada la licencia para producir en el país por incumplimiento con el régimen vigente.
Poco tiempo después, en Marzo de 1963, los accionistas de Autoar dispusieron la liquidación y el cierre final de la empresa ante las continuas pérdidas económicas y la delicada situación financiera.
Goliath – Hansa
La empresa Goliath Hansa Argentina, fue una de las tantas empresas que se acogieron al régimen automotor del año 1959, en principio armando automóviles con gran mayoría de componentes importados. Pero en 1961 queda desafectada como empresa fabricante de automóviles por no cumplir con las reglamentaciones de inversiones e integración de componentes nacionales. El 2 de mayo de 1960, inicia sus actividades la empresa Goliath Hansa S.A. bajo licencia de Goliath Werke GMBH de la ciudad de Bremen, en ese entonces Alemania Occidental. El 15 de Septiembre, la casa matriz realizó una inversión inicial de 3.350.000 dólares destinados a equipamiento y a la edificación de una planta industrial de 19.000 m2 en la localidad de Empalme Villa Constitución en la provincia de Santa Fe. Mientras tanto, los vehículos eran ensamblados en Rosario. En 1962 se termina de construir la nueva planta, sin embargo no llegó a ser utilizada para la producción de vehículos. Sus instalaciones fueron vendidas a una empresa productora de electrodomésticos. En total llegaron a producirse en los talleres de Rosario 1.121 unidades
IAME – DINFIA
Los vehículos Justicialistas pueden considerarse los primeros automóviles fabricados en serie por una empresa estatal, con gran parte de trabajo artesanal, fabricados en Argentina por I.A.M.E., tanto el sedán como los utilitarios son diseño argentino, el sedán basado en el Chevrolet 1951, la pick-up estaba basada en los trabajos de Cesar Castaño, a quien el gobierno del General Perón, le compró la matricería y los planos de su vehículo Castanito. Luego del golpe de estado de 1955, IAME pasa a denominarse DINFIA
Al transformarse en DINFIA, su producción evolucionará hasta 1979. DINFIA fue quien produjo el famoso Rastrojero Diesel (en innumerables versiones). Pasando el modelo a IME. Pero en 1979, la liquidación de la empresa estatal IME, terminó con la producción de los conocidos Rastrojeros. El gobierno nacional a través del Ministerio de Defensa llamó a licitación para la venta del patrimonio y la empresa Lo Giudice-Pace gana la licitación, adquiriendo todo el herramental y el stock remanente, trasladándolo a la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, a pocos kilómetros de Rosario.
Con el objetivo de reiniciar la producción de los populares utilitarios, la empresa realiza gestiones ante la Secretaría de Industrias de la Nación el 6 de Agosto de 1982. Sin embargo, los trámites se demoraron mas de tres años y recién en 1985 se acepta la solicitud. Durante ese lapso, se produjeron unas 400 unidades de los modelos pick up y “frontalito” a un ritmo de unas 15 unidades mensuales. La producción estuvo a cargo de un grupo de concesionarios, que sin línea de montaje y empleando a unos 30 operarios, realizaban el armado de los Rastrojeros empleando el stock remanente y recurriendo también a proveedores externos que aún fabricaban muchas de las autopartes. Para la motorización también se recurrió al stock de algunos propulsores Indenor más algunos que se trajeron de Borgward Uruguay. De acuerdo a la legislación vigente, estas unidades eran consideradas como “armadas fuera de fábrica”.
Sin embargo, la realidad indicaba que no se trataba de una verdadera producción seriada y poco tiempo después se concluye la actividad.
Un último intento por revivir los Rastrojeros lo realiza la empresa sanjuanina Imetal S.A. perteneciente al grupo Massey Ferguson con la presentación en 1989 de los conocidos utilitarios, esta vez rebautizados con el autóctono nombre de Ranquel. El proyecto contemplaba la producción de la pick up y el camión frontal a un ritmo de unas 1.000 unidades al año comenzando con 500 en el primer período. La distribución estaba a cargo de Massey Ferguson que contaba con una amplia red de 55 concesionarias distribuidas en todo el país.
BAMBI
El 12 de mayo de 1960 la Fábrica de Automotores Utilitarios S.A.I.C.Y.F. inició la producción en su planta de Ciudadela del Bambi, una microcupé de diseño alemán fabricado en su país de origen por la empresa Fuldamobil. Su diseño respondía a las necesidades de la realidad alemana de post guerra siendo un vehículo económico y de bajo consumo. El motor de 192 cm3 y 10,2 HP de potencia, era producido por Televel S.A. fabricante en Argentina de los motores Sachs. Este tipo de vehículo, microcupé, había proliferado en el mercado local en los últimos años de la década del 50 y rápidamente se concreta las venta de las primeras 500 unidades. Su precio de $ 140.000 lo transformaban en el auto más barato del mercado.
La carrocería de una sola pieza tenía una particular forma de gota, estaba realizada en resina polyester reforzada y montada sobre un bastidor rígido formado por tubos de acero rectangulares. Las prestaciones eran modestas, 80 km/h de velocidad máxima y su consumo era, según el fabricante, de 1 litro cada 22 km. Una de las curiosidades del Bambi era que la marcha atrás se lograba deteniendo el motor y arrancándolo otra vez invirtiendo la corriente, alcanzando de esta manera, la misma velocidad que hacia delante
RYCSA
RYCSA, era la sigla de la empresa Rosati y Cristofaro Industrias Metalúrgicas S.A., dedicada a la fabricación puentes grúa, calderas, máquinas herramientas y construcciones metálicas en general. Contaba también con una sección de laminación de perfiles y fundición de acero. Otra de las actividades se orientaba a la producción de maquinaria agrícola cosechadoras y tractores. Fue proveedora de partes y componentes con los que se construyeron los aviones Pulqui. Las plantas estaban situadas en la ciudad de San Nicolás, Arrecifes y otra en Quilmes
A comienzos de la década del 50 sus dueños, Santo Rosati y Francisco Cristofaro, deciden incursionar en el rubro automotriz. Se analizan diversas alternativas y finalmente se encaran tres proyectos, todos ellos bajo la dirección técnica del Ingeniero turinés Juan Rossi.
El concepto del ingeniero Rossi acerca del auto argentino, establecía que sus características debían situarse a mitad de camino entre los europeos y los norteamericanos respecto a las dimensiones y la potencia.
A fines de 1955 los primeros prototipos son presentados en el hall central del edificio de YPF en la avenida Diagonal Norte. Se trataba de la micro coupé Mitzi B40, el sedán dos puertas Gilda (nombre de la esposa de Rosati) y la pick up Gauchito, basada en el modelo anterior.
El Mitzi B40 era un pequeño vehículo de características deportivas equipado con un motor de 434 cm3 y 12 HP fabricado bajo licencia de la empresa italiana Siata.
Por su parte, el Gilda era un proyecto íntegramente desarrollado en la Argentina, desde su mecánica hasta la carrocería y el chasis. El motor era de cuatro cilindros en V a 90º de 1792 cc y 55 HP. Había sido diseñado y fabricado por la empresa Canteri S.A. bajo la supervisión del ingeniero Rossi. La pick up Gauchito presentaba características similares al Gilda, pero con un motor de 50 HP. No se sabe con exactitud las cifras totales de producción de los tres modelos.
Con respecto a la empresa RYCSA, la sociedad entró en convocatoria en el año ´77 y se disolvió luego de la muerte de uno de los socios, Santo Rosati en 1978.
DINARG
Dinámica Industrial Argentina (Dinarg) surge en 1959 de la iniciativa de un grupo de ingenieros liderado por José Fuad Elaskar, presidente de la empresa, y sus asociados Melitón González del Solar, Gilbero Anastasio Lamarque, Enrique Rodríguez Pardiña, Walter Ricardo Santa Cruz y Roberto Antonio Suárez. Desde sus oficinas administrativas en Humberto I 657 de la Ciudad de Córdoba, comenzó el proyecto para producir un vehículo pequeño y económico destinado a los sectores populares del mercado.
En 1960 estuvieron listos los primeros tres prototipos denominados Dinarg D-200. Luego de más de un año de ensayos y 100.000 km. recorridos, el proyecto recibe la aprobación de la Secretaría de Industria y Minería en Noviembre de 1961. Ese año se producen las primeras 200 unidades en la planta industrial ubicada en Chacras (O) 50 y Camino San Roque de la Ciudad de Córdoba
DE CARLO
Desde mediados de los años 50, Metalmecánica S.A.C.I. producía en su planta de la localidad bonaerense de de José C. Paz motocicletas de baja cilindrada. A principios de 1959 se firma un acuerdo con BMW de Alemania para producir localmente pequeños vehículos de esa empresa. Durante meses se reacondiciona las instalaciones para la producción automotriz y finalmente es presentado en 1959 el De Carlo 600.
Al año siguiente, este modelo es reemplazado por el De Carlo 700, un automóvil económico con motor de 700 cm3 y 35 HP basado en el BMW Glamour.
En pocos años la realidad económica de la empresa comenzó a deteriorarse. Tal como aconteciera con otras fábricas chicas y de capital nacional, Metalmecánica apenas podía hacer frente a la competencia presentada por las grandes empresas multinacionales. Además, debido a la escasa integración nacional se dificultaba el abastecimiento de los insumos importados debiéndose reducir drásticamente los volúmenes de producción. Se realizaron durante años gestiones con Ika y Fiat para continuar la producción con un motor mas grande de 750 cm3, pero estas negociaciones no prosperaron.
A pesar de las dificultades se realiza un último esfuerzo para salvar la empresa y en Marzo de 1965 se presenta el De Carlo SL, un interesante desarrollo nacional sobre la base del De Carlo 700. Sin embargo, esto no alcanzó para modificar el rumbo y en Diciembre de 1965 se producen las últimas unidades. Un mes más tarde se cierra definitivamente la planta de José C. Paz
Quedan muchas más historias que contar. La era de oro de la industria argentina del automóvil de los años 50 y 60 no termina aquí. Pero, de momento, es una muestra interesante del país de aquel entonces.